Hace un rato que se acabó el partido del 25 de abril de 2013 entre los Vaqueros de Bayamón y los Indios de Mayagüez y hay dos jugadores conversando en el estacionamiento del Palacio de Recreación y Deportes. Es una plática entre un veterano que anotó 23 puntos en la victoria de su equipo y un novato que apenas estuvo sobre el tabloncillo un minuto con 33 segundos.
Con 23 años para aquel entonces, Benito Santiago Jr., el rookie de Mayagüez, buscaba mentoría en un Javier Mojica que por años ha sido la definición estándar de un jugador escolta en el Baloncesto Superior Nacional. Benito preguntó, escuchó, evolucionó y ahora son compañeros que se dividen a partes iguales la ofensiva de los Vaqueros, y junto a Ángel Rodríguez, componen la sinergia que pone en marcha el presente -y por lo que se ve-, el futuro de la franquicia.
La línea ofensiva de Benito Santiago Jr. de su temporada 2013 registra que anotó 35 puntos totales en 21 partidos para promedio de 1.67 ppj y cogió una chiva desde la línea de tres puntos en toda la campaña. Seis años después, en 2019, la libreta se llenó de puntos con 553 y la bola entró por el aro en 94 ocasiones cuando lanzó de tres. Los logros no quedan ahí, en 2020, Santiago Jr. se consagró como profesional ganando su primer campeonato con los Vaqueros en la burbuja tras sobreponerse del Covid-19. Es evidencia suficiente para asegurar que el jugador de 30 años de edad que alguna vez fue un prodigio en béisbol y baloncesto simultáneamente, ha evolucionado hasta convertirse en un atleta de alto rendimiento. Un campeón. Un francotirador.
Santiago tomó la ruta más larga hasta la gloria. Sus comienzos como profesional en el BSN apuntaban a que había mucho talento, pero mucho más trabajo que hacer para pulirlo. La habilidad natural y el atleticismo eran de primer orden, sin embargo, su toma de decisiones, enfoque mental y la capacidad de recibir coaching desviaban la atención popular.
Poco a poco el jugador que apodan “Predator” por su capacidad para perseguir el balón en defensa y realizar cortes, ha ido construyendo una nueva reputación como un jugador de impacto en la ligas profesionales de Puerto Rico y México e inclusive formó parte del Equipo Nacional de Puerto Rico en 2019 y 2020.
“La madurez de Benito ya es evidente, ya es un jugador y no un prospecto”, explicaba el dirigente Nelson Colón en una entrevista con el BSNPR previo al comienzo de la temporada pasada. “Se está convirtiendo en unos de los mejores jugadores de la liga. El proceso ha sido bueno por la confianza que le hemos dado. Benito es un ser humano excelente, un trabajador fuerte, trabaja duro todo el tiempo con buena actitud”.
La temporada 2019 fue surreal para Santiago Jr. quien produjo para 17.8 ppj y quemó la malla del rancho con un élite 47 por ciento a larga distancia en su tercer año con los Vaqueros. En la temporada anterior, la de 2018, Santiago había probado el éxito jugando su primera Serie Final en Bayamón antes de perder en seis partidos ante los Capitanes de Arecibo y quedar herido con la espina de la decepción. Ni corto ni perezoso, Santiago Jr. llegó listo en 2020 para probarse y lo logró, fue campeón dentro de una estructura Vaquera bajo Yadier Molina que no tiene espacio para egos ni individualismos.
“Para mí [la clave] fue [ir] madurando durante toda mi carrera, el rol mío en los equipos que estaba antes y ahora. Todo viene con el rol de cada jugador y de verdad yo acepté el mío, el resto del equipo aceptaron los de ellos y saben qué podemos hacer y qué no”, explicó el papá de Keily y Maximus.
“Fue un proceso, pero me hablaron, yo quería ganar un campeonato y ese momento es algo que se tiene que repetir y es un sentimiento que no se va a ir. Antes de eso, cuando cogí mi rol, yo sabía del talento que teníamos en el equipo, tenemos todas la piezas y lo bueno es que todo el mundo aceptó el rol. Para mí pensar así fue siendo más inteligente, mejorando la mente y siguiendo los pasos hasta ahora”.
Su compañero de equipo Mojica, quizás sin saberlo, ha sido en parte responsable de la madurez de Santiago Jr. y ese despertar del jugador de 32 años que aunque sigue intenso, reconoce mejor su rol y ha encontrado la manera ideal de encajar en el sistema de Bayamón sin tener que forzar la marcha. Aquella charla en Mayagüez fue clave.
“Desde el primer juego contra él, él vino donde mí, me dijo ‘me encanta tu forma de jugar, tu energía que traes al juego’ y yo le dije lo mismo , ‘tú también tienes esa misma energía, misma mentalidad, no tiene miedo de nada’”, recordó Mojica.
En 2020 llegó un ángel de bendición para Santiago Jr., su nombre es Ángel Daniel Rodríguez Tricoche, armador y pulmón de los Vaqueros que igualmente ha visto de cerca la transformación de Benito, de Predator a Francotirador.
“Yo creo que lo más bonito de todo esto que le está pasando a Benito es saber lo talentoso y competitivo que es él”, dijo Rodríguez. “Lo que tal vez en un momento dado lo llevó a sentir como si tenía que hacer mucho más de lo que está haciendo ahora, que puede. Verlo madurar, aprender a confiar en nosotros aún sabiendo que puede hacer más. Pienso que lo que lo ha llevado a tener la temporada que está teniendo es confiar en el equipo sin dejar de confiar en él”.
“Él [Rodríguez] fue el que me puso más confianza de mi rol en este equipo”, reaccionó Santiago Jr.. “Angelito me guió en mi rol para estar donde estoy ahora mismo y desde el campeonato del año pasado, y también así con Mo [Javier Mojica]”.
Otro que estuvo en los momentos más amargos y compartió con Santiago Jr. el agrio sabor de la desdicha fue su papá, Benito Santiago, héroe del deporte nacional que consiguió tres Guantes de Oro y cuatro Bates de Plata durante su carrera de 19 años en las Ligas Mayores del béisbol.
“Papi es mi héroe, es mi inspiración”, asegura el junior. “Yo vi todo lo que pasó por las Grandes Ligas cuando tenía situaciones difíciles, accidentes, lesiones y él me habló de eso porque yo estaba pasando por eso también. En las Finales, en los playoffs, cuando estoy afuera, él me habla. Los consejos de él, no hay nada mejor. No importa si juega pelota o baloncesto, cuando vienen los momentos importantes y en clutch, los dos deportes los tienen. Él siempre está ahí todos los días y yo estoy en línea gracias a él. Él no es un hombre fácil, él me habla fuerte, cuando viene la dedicación hay que hacerlo”
La dedicación tiene a Benito Jr. lanzando un estratosférico 55% desde la línea de tres puntos en lo que va de temporada incluyendo un partido donde logró 8 triples frente a Guayama. Su confianza está aún más alta, considerando que ha tomado 30 intentos más a larga distancia que sus intentos desde la pintura. Santiago Jr. aparenta tener un tubo desde el costado izquierdo de la cancha hasta el aro, hasta ahora su zona favorita especialmente en el Coliseo Rubén Rodríguez. Todo, para unos Vaqueros que ya fueron campeones indiscutibles en la burbuja del 2020 y siguen comandando el BSN con 12 triunfos y cero derrotas.
“Lo primero es practicar siempre, nunca parar de hacer los driles”, dijo Santiago Jr. refiriéndose a su mejoría como tirador. “El momento y el ritmo, yo nunca he estado más cómodo, de verdad que estoy feliz de eso y los compañeros me están apoyando en el equipo. La transformación no es nada tan difícil. Antes quería llegar al canasto e ir al tiro libre. Ahora madurando y sabiendo que tengo el triple abre la cancha mejor para los otros. El sistema está corriendo como debe ser. Yo como jugador, mi talento, ya todo el mundo sabe lo que puedo hacer”.
Por Emmanuel Márquez / BSN
- Redacción SinCensuraDeportiva.com
- 24 agosto, 2021
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