Se fue Tom Seaver, uno de los grandes lanzadores de la historia y el juego

El béisbol de Grandes Ligas perdió a una leyenda esta semana con el fallecimiento del lanzador miembro del Salón de la Fama, Tom Seaver, a los 75 años de edad.

La noticia, que se dio a conocer el miércoles, desencadenó una ola de tributos en honor al hombre que se ganó no uno sino dos apodos — “Tom Terrific” y “The Franchise” – se adjudicó el Premio Novato del Año y tres Premios Cy Young, fue convocado al Juego de Estrellas en 12 ocasiones y sigue siendo el mejor jugador en la historia de los Mets de Nueva York.

Casi 35 años después de que se subiera al montículo en un juego de Grandes Ligas por última vez, Seaver mantiene un lugar envidiable en la historia de la Gran Carpa. De hecho, se podría argumentar que tomando en cuenta la combinación de dominio y longevidad, la carrera de Seaver como lanzador fue inigualable.

Con un valor excepcional

Echémosle un vistazo a la tabla de líderes de todos los tiempos de Baseball-Reference de Victorias por Encima del Reemplazo (WAR) entre los lanzadores. De los mejores seis, cinco completaron sus carreras antes de que el béisbol de Grandes Ligas comenzara a integrarse a nivel racial en 1947, y cuatro de ellos coincidieron con la Era de la Bola Muerta. Cy Young (1890-1911), Walter Johnson (1907-27), Kid Nichols (1890-1906), Pete Alexander (1911-30) y Lefty Grove (1925-41) merecen su estatus de grandes de todos los tiempos, pero ellos jugaron en una época en la que el béisbol lució y se jugó de una manera muy diferente a que se juega hoy en día.

Si nos enfocamos en los años desde la integración racial, éstos son los mejores cinco lanzadores en WAR:

1) Roger Clemens: 138.7

2) Tom Seaver: 106.0

3) Greg Maddux: 104.8

4) Randy Johnson: 103.5

5) Phil Niekro: 97.0

Clemens es el claro Nro. 1 aquí, pero también ha visto sus logros opacados por asociaciones con el uso de sustancias prohibidas. Mientras que Clemens ha negado el consumo de esteroides, ha batallado para obtener el apoyo suficiente en las votaciones para el Salón de la Fama, luego de recibir el 61.0% de los votos en el ciclo del 2020, dejándolo lejos del 75% necesario con solamente dos años más de elegibilidad.

Seaver, por otro lado, impuso un récord en apoyo para ingresar a Cooperstown cuando obtuvo el 98.8% de los votos en su primer año en la boleta en 1992. Ningún otro jugador superó esa marca hasta que Ken Griffey Jr. lo hizo (99.3%) en el 2016 y Mariano Rivera (100%) en el 2019.

Una cumbre de élite

En la cúspide de su carrera, Seaver fue un lanzador de mucha personalidad. El derecho fue grande desde el principio, cuando se adjudicó el Premio Novato del Año con los Mets en 1967, pero pronto fue aun mejor.

Seaver lideró la Liga Nacional con 25 victorias y se agenció su primer Premio Cy Young en 1969, cuando ayudó a los “Milagrosos Mets” a ganar la Serie Mundial. Pero sus mejores dos temporadas llegaron en Nueva York en 1971 y 1973.

• En 1971, Seaver lanzó 286.1 innings y encabezó las Mayores en promedio de efectividad (1.76), EFE+ (194), FIP (1.93), WHIP (0.946) y ponches por cada nueve entradas (9.1), mientras que encabezó la Liga Nacional en ponches (289) y tuvo WAR de 10.2.

• En 1973, Seaver tiró 290 entradas, siendo una vez más el líder en EFE (2.08), EFE+ (175), FIP (2.57), WHIP (0.976), ponches (251) y ponches por cada nueve capítulos (7.8), además de juegos completos (18) y proporción de ponches por cada base por bolas (3.9). Esta vez, el diestro acumuló 10.6 de WAR.

Desde la integración, Seaver es uno de apenas siete lanzadores en tener múltiples temporadas con WAR de al menos 10, uniéndose a Steve Carlton, Clemens, Bob Gibson, Randy Johnson, Sandy Koufax y Wilbur Wood.

Bueno de joven y bueno de viejo

Como lo mencionamos anteriormente, Seaver fue una estrella desde el principio. En 1967, lanzó 251 entradas con los Mets y tuvo marca de 16-13 para un club que terminó la campaña con récord de 61-101, registrando efectividad de 2.76 y WAR de 6.0.

Dieciocho años después, Seaver, incuestionablemente, ya no era el mismo de antes. Los Mets lo enviaron a Cincinnati en un canje tristemente célebre en 1977, aunque fue enviado de regreso a Queens tras arrojar el peor promedio de efectividad de su carrera con 5.50 en 1982. Seaver enderezó el barco en 1983 y luego lanzó por los Medias Blancas la siguiente campaña.

Para 1985, tenía 40 años y todavía le quedaba gasolina en el tanque. Seaver acumuló 238.2 episodios, produjo 3.17 de efectividad y ganó 16 juegos, bueno para un WAR de 5.0.

En la historia del béisbol moderno (desde 1900), 58 lanzadores diferentes han tenido por lo menos una campaña con WAR de 5 a la edad de 22 o menos. Once han conseguido dicha marca con 40 o más años de edad. Sólo uno ha conseguido ambos: Seaver.

El eterno abridor

Existe otro número que eleva la grandeza, longevidad y el respeto que Seaver comandaba dentro del juego. No tiene nada que ver con WAR. Ese número es 16, la cifra récord de aperturas en un Juego Inaugural que Seaver hizo, dos más que Carlton, Randy Johnson, Walter Johnson y Jack Morris.

Esa marca incluyó una racha de 12 años seguidos con aperturas en el Día Inaugural – empatada como la segunda mejor seguidilla para un lanzador en la historia – la cual comenzó en la segunda temporada de Seaver en 1968. Pero no hizo su última sino hasta 1986, cuando tenía 41 años.

Si colocamos ese número 16 en una mayor perspectiva, consideremos lo siguiente: Desde que Seaver debutó en las Mayores, el derecho es uno de solamente 73 serpentineros en abrir un partido en 16 campañas diferentes.

Pero Seaver no abrió cualquier juego, sino en el Día Inaugural. Es un honor hecho a la medida para uno de los mejores lanzadores que Grandes Ligas haya visto.

Por Andrew Simon/MLB.com

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