Muchos piensan que no tenía necesidad de salir de lo que hasta ahora había sido su único equipo. Y aunque todos piensen que 60 millones de dólares haya sido la razón, el tiempo será el que determine si fue una buena movida.
Ese es el caso del legendario mariscal de campo Tom Brady, que dejó una ilustre carrera de dos décadas con los Patriots de New England para unirse a los Bucaneers de Tampa Bay, en el que deberá fungir como quarterback de este conjunto por las próximas dos temporadas.
Y se dice ‘deberá’, ya que la historia de estelares armadores de ofensiva en la National Football League (NFL) dice todo lo contrario. Ejemplo de ello han sido grandes quarterbacks que han cambiado de uniforme y no han tenido el mismo brillo en su nuevo conjunto.
Los más recientes, no necesariamente en el orden de temporadas, son los de Brett Favre, Peyton Mannin y Joe Montana, todos ganadores en el Súper Bowl. De igual manera se suman los nombres de Joe Namath y Johnny Unitas, quienes también lograron levantar el trofeo Vince Lombardi en el partido de campeonato de la Liga.
Favre fue la figura estelar de los Green Bay Packers (1993-2007) con un título de Super Bowl y tres premios como Jugador Más Valioso (MVP). Pero no tuvo el mismo éxito con los Jets de Nueva York y los Minnesotta Vikings, aunque con estos alcanzó el juego de Campeonato de la NFC en el 2009.
Mannin, por su parte, pasó la mayoría de su carrera con los Colts de Indianápolis, con los que ganó un Super Bowl. Luego se unió a los Broncos de Denver, y en la zona rocosa ganó una sortija en dos juegos de campeonatos disputados, estableciendo una marca para pases de touchdowns con 55 en el 2013.
El otro caso fue el de Joe Montana, insigne figura de los 49ers de San Francisco, quien sumó cuatro Super Bowl a su resumé, antes de enviado a los Chiefs de Kansas City. Aunque no pudo ganar con este equipo, lo cierto es que realizó 29 touchdowns, sumado a los 244 que había logrado con los 49ers, terminando su carrera con 273 en su brillante carrera.
En el caso de Brady, en 20 años con New England sus números son impresionantes al totalizar 541 touchdowns en 285 encuentros, segundo en la historia en cuanto a anotaciones se refiere detrás del también legendario Drew Brees de New Orleans. Fue el principal responsable de los seis trofeos ganados en el Super Bowl, la mayor cantidad para un quarterback en la historia de la NFL, un legado difícil de igualar e imposible de superar.
Ahora el quarterback, que tendrá 43 años previo al inicio de la temporada 2020, se une a un equipo de Tampa Bay con buena ofensiva, que tal vez está falto precisamente de un líder que pueda aglutinar todas las piezas para que sean efectivas y que redunden en triunfos camino a clasificar a la postemporada.
Los Bucaneers terminaron con marca de 7-9 en el 2019 y tienen una larga racha fuera de los Playoffs, a los cuales no avanzan hace 12 campañas. Brady jugó 41 partidos de postemporada en sus 20 campañas con los Patriots, de las cuales 19 fueron como titular. En el 2008 solamente vio acción en un partido, al cumplir una suspensión de la Liga cuando el equipo de New England fue acusado de desinflar balones en juegos oficiales.