Mensaje del Dr. José Daniel Quiles Rosas, presidente de la Federación de Béisbol de Puerto Rico, que señala a los últimos dos secretarios del Departamento de Recreación y Deportes (DRD), Andrés Waldemar Volmar Méndez y la Lcda. Adriana Sánchez Parés, respectivamente, como Los enemigos del deporte. En la edición del domingo 25 de octubre de 2020 del programa de Sin Censura Deportiva (https://fb.watch/1qTIuFofZY/), el líder federativo había hechos unas fuertes declaraciones, algunas de ellas incluidas en la siguiente exposición.
Cuando concluya el año 2020 y hagamos un balance de la gestión del gobierno este cuatrienio en el ámbito deportivo no habrá mucho que distinguir.
En el Departamento de Recreación y Deportes (DRD), las ejecutorias del primero que ocupó la silla, Andrés Waldemar Volmar Méndez, al igual que las de su sucesora, Adriana Sánchez Parés, han dejado mucho que desear.
El deporte no estuvo entre las prioridades de este Gobierno. Es comprensible que existan otros temas que ocupen la atención de las autoridades, pero es imperdonable que se ignoren las peticiones de las Federaciones deportivas y a la vez utilicen los logros de nuestros atletas para la fanfarria y las fotografías oportunistas. Andrés y Adriana, junto a los líderes legislativos, eran los primeros en esperar a los equipos nacionales para felicitar, abrazar y celebrar. Esa misma urgencia no era notable para ayudar y colaborar.
Las dos personas que ocuparon el puesto del DRD este cuatrienio desconocen totalmente el funcionamiento de las Federaciones. El primero, un candidato derrotado a la alcaldía de Dorado y la segunda una total desconocida en el deporte puertorriqueño, ambos nombrados por el renunciante gobernador Ricardo Rosselló. El exsecretario y la actual secretaria utilizaron su posición para criticar, señalar y cuestionar las gestiones de los líderes federativos. Para ejemplo con un botón basta. Cuando se estableció la emergencia por el COVID-19, en marzo 2020, la secretaria actual no se puso a la disposición de las Federaciones para colaborar o tender puentes. Se abrogó la potestad de decidir cuándo los deportes podían reanudar sus actividades. Era notable que no tenía un plan organizado cuando le solicitó a cada Federación que le comunicaran a ella sus respectivas propuestas para luego determinar cuáles pasaban su visto bueno.
En los primeros meses del año 2019, la Secretaria del DRD se atrevió a cuestionar la decisión de la Federación de Béisbol de aceptar una invitación de la hermana Federación de Nicaragua para tres juegos de fogueo como parte de la preparación de los Juegos Panamericanos. Presionó y hasta utilizó al Departamento de Estado para intentar cancelar el viaje. Fue un claro desafío a la soberanía deportiva y otra muestra de desconocimiento. Al final de cuentas, el viaje logró los resultados esperados con la primera medalla de oro en unos Panamericanos y el fortalecimiento de la relación entre dos países, unidos por Roberto Clemente y el béisbol.
Fui 15 años Apoderado de un equipo de béisbol y llevó siete años como presidente de la Federación. Puedo dar testimonio de lo sacrificado que es hacer deporte en Puerto Rico. No es una tarea sencilla. Requiere de esfuerzo, pasión y compromiso. La inmensa mayoría de los que hacemos deporte sentimos una enorme satisfacción al contribuir al desarrollo de mejores ciudadanos, fomentando la sana recreación de las familias puertorriqueñas.
Independientemente de las divisiones políticas, estoy seguro que el país puede reconocer y distinguir los proyectos de cuatro pasados secretarios del DRD: Georgie Rosario, David Bernier, Henry Neumann y Ramón Orta.
De Georgie recordamos la creación del Fondo y la Junta para el Desarrollo del Atleta Puertorriqueño de Alto Rendimiento a Tiempo Completo; de David su respeto y mano amiga, al igual que el proyecto Puerto Rico en Forma y las exitosas competencias con las escuelas; de Henry no olvidaremos su apoyo incondicional a las federaciones y su importante colaboración para lograr los Juegos de Mayagüez 2010 y de Ramón se distingue Deporte Pa’l Barrio, Actívate, los Juegos de Puerto Rico y los programas para niños con impedimento físico.
¿Recordaremos algún proyecto importante de Andrés o Adriana? ¿Cuál será el legado de esta administración en el deporte? Hace dos años se me convocó junto a otras federaciones para un “anuncio de importancia” con la secretaria actual y el pasado gobernador. Cuanta sorpresa provocó al enterarnos que se oficializaba el establecimiento de las apuestas deportivas. Puros cuentos con ofrecimientos de migajas, fomentando además el ocio entre los jóvenes con las apuestas de los eSports.
Un mes después de declarada la emergencia del COVID-19, le cursé una carta a la Secretaria y al Sub-Secretario del DRD, Maximino Díaz, para buscar salvar el funcionamiento de la Federación de Béisbol, la cual canceló todas sus actividades y labores administrativas desde marzo de 2020, quedando en el aire proyectos, torneos y por ende sus atletas. No hubo respuesta formal. Recibí la contestación el 24 de junio -casi tres meses después- mediante un programa radial en internet, que tuvo acceso a la carta. Se utilizó el documento para criticar mi gestión y burlar la institución que presido. De la Secretaria no recibí un escrito o una llamada para evaluar las posibles opciones.
La única responsable de que dicha carta se haya filtrado a un medio de comunicación, sin haber respondido, es la Secretaria del DRD. Fue a ella y a sus subalternos -entiéndase el subsecretario y una asesora de la agencia- a quienes se le cursó la comunicación vía correo electrónico. Si no fue la Secretaria quien filtró la carta, está claramente demostrada su ineptitud al no tener control de sus supervisados.
Al parecer es normal el comportamiento irrespetuoso de la Secretaria. Lo vemos cada vez que da largas al asunto cuando el Comité Olímpico reclama públicamente los fondos que le corresponde por Ley.
Las federaciones deportivas no están exentas de la crisis que vive el país. Para intentar volver a la normalidad necesitamos manos amigas, genuinos colaboradores que estén dispuestos a ayudar. Es momento de revaluar si el DRD cumple con su propósito de existir. Si verdaderamente su presupuesto es utilizado para fomentar el deporte o si por el contrario su principal función es tener una nómina.
Y no podemos pasar por alto las promesas incumplidas del presidente de la Cámara de Representantes, Carlos ‘Johnny’ Méndez, quien personalmente me dio su palabra para respaldar económicamente a la Federación a través de donativos legislativos. Mientras a otras federaciones se les otorgó $50 mil, la aportación a la nuestra apenas llegó a $10 mil, menospreciando y olvidando a la institución que me honro en presidir. Esos $10 mil fueron los únicos fondos asignados por la Legislatura a la Federación de Béisbol en todo el cuatrienio, mientras otras federaciones deportivas y academias privadas recibieron cantidades sustanciales, las cuales no nos oponemos.
Irónico que los deportistas tengamos que rogar por migajas y al mismo tiempo políticos derrotados, familiares y amigos disfrutan de jugosos sueldazos pagos por el pueblo con la bendición de nuestros políticos. Resulta vergonzoso que entre los empleados de la Cámara hay una persona devengando un salario de $10 mil mensuales, lo que equivale $120 mil al año. ¿Cuántas organizaciones deportivas se beneficiarían de una aportación de esa misma cantidad? Ahora comprendo las prioridades del presidente cameral. La diferencia es que mi trabajo es promover el deporte y tal vez no puedo comprarle el camino al cielo.
Cuando reclamo por la Federación de Béisbol no lo hago por interés personal. Es de conocimiento general que no recibo ni un dólar por mi gestión como presidente. Mi único deseo es mantener con vida a la Federación deportiva que más gloria le ha dado a Puerto Rico.
Mis palabras de respeto y agradecimiento a la mayoría de los Alcaldes, Apoderados, voluntarios, quienes sacan la cara por el béisbol puertorriqueño.
Confío que en enero 2021, cuando inicie un nuevo cuatrienio, sea nombrado un secretario o una secretaria que respete y colabore a las federaciones deportivas. Que no suceda como la actual ocupante del puesto, que pasará a la historia como la que pasó por la silla sin saber que estuvo en ella. En definitiva, a este gobierno le quedó grande el uniforme en el deporte.